Del cajón del pasado... ya empolvado

prender la luz...
es el día
el cuarto
las cosas
el desorden
los signos
una cruz
una fotografía
una botella
cigarros
la ventana
la luz ciega
los edificios
el ruido
las personas
el caos de signos
salir por inercia
caminar
el camino
la inercia una compañera
nada ama a nadie
nadie hace feliz a nada
y el cielo se oscurece una vez más
el caos de la noche es complejo
hermoso
no hay nada después de la muerte sólo el dolor del vació
la resurrección es la farsa del hombre
sin manos
ni labios
ya no tengo aliento
y mi cuerpo esta seco
me he vuelto ha vaciar una vez más
no he aprendido nada
soy incapaz de ser
la misma muerte desde mi nacimiento
la misma pequeña muerte
dosificada
trastoca todo lo demás
flores
mesas
hijos
todo se va desvaneciendo con la persistencia de mi muerte
y yo que no dejo de morirme
que no acabo con mi muerte
la soberbia de sobrevivir
sobrevivir no vivir
quién me permitió esta farsa
quién me dio permiso de latir
late la piedra
fluye la congelada sangre
se escurren los afilados cabellos
heridos a mi lado
heridos a mi paso
soy una hecatombe de nada
la nada que sorprende al otro
el vació que aleja
destruye
consume
y tú
aquí me tienes
qué gracia maquiavélica te provoca
qué perversión fútil te liga a mi
que aún me permaneces
cuando ya la salvación me está negada
cuando ya he muerto tantas veces
de muerte original.